El pasado sábado estuvimos
en el Guijo de Santa Bárbara para disputar la primera prueba de KM Vertical de
Extremadura (después de su cancelación a última hora el año pasado que me dejó
con las ganas de correrla). Era la segunda vez que participaba en una prueba de
este tipo pero aún antes de correr tenía buenas sensaciones pues es un estilo
que se adapta más al mío. Yo lo de correr rápido en llano no lo llevo muy bien,
soy más de subir y bajar y de saltar por las piedras, pelearme con la
vegetación y esas cosas de las carreras de verdadera montaña. A lo largo de la
semana la meteorología se encargó de pintar de blanco las cumbres de la sierra
para poner la guinda a una carrera que, ya por méritos paisajísticos propios,
será recordada como una de las más espectaculares en las que he participado.
Llegamos al Guijo sobre las
16:00h, la carrera comenzaría a las 17:30h, oscuras nubes tapaban el final del
recorrido. Esta vez se han animado a acompañarnos mis padres y Marga y también
la familia de Javi. Entre los de Jerte y los de Tornavacas casi juntamos más de
la mitad del público presente. Nos informan, mientras recogemos los dorsales,
de que en la cima está nevando y que es posible que tengan que recortar un poco
el recorrido debido a las malas condiciones meteorológicas. Mientras esperamos,
charlamos, nos cambiamos y va avanzando la tarde, se alternan pequeñas lloviznas
y claros que dejan pasar un caluroso sol. No tenemos muy claro si
vamos a pasar frio o calor pero los momentos en los que las nubes dejan ver el
recorrido hacen que se me haga la boca agua. El paisaje es espectacular y
estoy deseando que pasen los minutos para disfrutar de esos caminos.
El calentamiento por las calles del pueblo ya nos permite hacernos una idea de cómo van a ser las rampas a las que nos enfrentaremos. Caliento con Ismael hasta la salida del pueblo y volvemos a la plaza poco antes de la salida. Se vuelve a nublar bastante y la parte alta del recorrido vuelve a taparse con gran cantidad de nubes negras. Control de dorsales y justo antes de la salida empiezan a caer gotas de lluvia sobre nosotros. La cosa se pone divertida y mi corazón empieza a acelerarse por la excitación y por la bebida energética que he cometido el error de tomarme.
Suena la bocina y salimos
disparados, ansiosos por comernos las primeras rampas. Intento salir a buen
ritmo para coger un buen sitio cuanto antes pues, una vez lleguemos a las primeras
veredas, será más difícil adelantar y proteger la posición. Me mantengo en los
primeros puestos durante toda la subida del pueblo, con Javi y Susi a mi lado,
lo que me hace pensar que quizá voy más rápido de lo que puedo permitirme pero
por ahora voy bien. Las piernas responden correctamente y el corazón, aún yendo rápido,
todavía aguanta el tirón. En el primer tramo técnico me pongo detrás de Susi y decido
intentar mantener su ritmo mientras pueda, eso me ayudará avanzar más deprisa. Poco después, en un
pequeño cruce, Jose nos avisa de que nos hemos confundido de camino y nos toca
retroceder unos metros con la consiguiente pérdida de tiempo y posiciones.
Después de superar una pequeña calzada, llegamos a una pista
encementada en la que empiezo a notar como mi corazón parece salirse del pecho. En algunos
momentos tengo que andar unos metros para bajar pulsaciones y me pasa Susi,
me pasa Jose (intento no perderle de vista pues se que compartimos categoría y posiblemente tendré
que jugarme el podio con él), me pasa Juan Antonio y me pasa otro chico que no
conozco. Me propongo no perder más posiciones y me pongo a rebufo de éste
último durante las primeras trochas aprovechando para bajar el ritmo de mi
corazón y darle un pequeño respiro a mis piernas. Poco después decido pasarle y
alcanzar a Juan Antonio que está un poco más adelantado. Con él hago la subida
hacia el refugio peleando con el barro y las rocas sueltas en la zona más
vertical de la carrera. A medida que nos acercamos al avituallamiento del
refugio me doy cuenta de que puedo ir mejor que él y veo a Jose un poco más
arriba así que me hago a un lado y aumento el ritmo. Es el momento de ir a su encuentro.
Decido no tomar nada en el
avituallamiento para no parar pues ya veo la banderola de la meta en lo alto y
quiero intentar alcanzar a Jose antes de
llegar, al fin y al cabo en esa lucha puede estar el podio, mi primer podio. Agacho la
cabeza, agarro fuerte mis rodillas y me concentro en aumentar mi ritmo de
ascenso. Poco a poco voy superando balizas entre la vegetación y acercándome
cada vez más a Jose. Llegamos a una pequeña zona llana con una fina alfombra de
nieve en la que ya lo tengo muy cerca. Los dos aprovechamos este pequeño
“descanso” para trotar y ganar algo de tiempo. La meta está un poco más arriba. Estoy bastante cerca de él.
Podría intentar pasarle. En mi cabeza se debaten dos pensamientos.
Por una parte quiero correr,
sé que tengo fuerzas para hacerlo y veo la posibilidad de alcanzar por primera
vez un podio (quizá mi única posibilidad debido al nivel que suele haber en el
resto de carreras y que esta es la que quizá más se adapte a mi estilo). Por
otra parte, Jose lleva toda la carrera delante de mí, nos conocemos, nos
llevamos bien. No me parece justo arrebatarle la posición en los últimos metros
(tampoco estoy seguro de que hubiera podido hacerlo). Intento echar cuentas de
los que han llegado por delante. No puedo asegurarlo pero creo que vamos 2º y
3º de nuestra categoría y me parecería feo esprintar para adelantarle. Si no
nos hubiéramos conocido quizá lo hubiera intentado pero no debo de ser tan
competitivo como pensaba, así que decido no forzar y mantener esta posición.
Llegamos a meta donde nos esperan, al “fresco”, Fernando, Pedrito y compañía
para sacarnos algunas fotos y felicitarnos por la carrera. Al final consigo llegar el 8º
en la general y 4º en mi categoría y Jose se lleva el merecido tercer puesto
(ahora ya tengo excusa para atacar la próxima vez, si es que la hay, jejeje).
Esperamos a Juan Antonio y, después de un ratillo de charla, iniciamos el
descenso animando a los que aún están sufriendo y haciendo su carrera. Disfrutamos de las
espectaculares vistas que tenemos delante y que no hemos podido disfrutar
durante la subida.
Llegamos al refugio y
comemos algo. Después de un ratillo de charla y felicitaciones con Javi, Susi, Kiko, Teo y algunos más, nos echamos unas cuantas fotos de grupo y continuamos el
descenso en un pequeño grupillo siguiendo las balizas de la subida. Dejamos atrás unas cabras
monteses que ni siquiera hemos visto al bajar y tenemos que observar desde la lejanía. Continuamos bajando por las veredas y
pistas hasta llegar al pueblo donde nos reciben nuestros familiares y amigos
con gritos y aplausos. Es una gozada tener este recibimiento después de las
espectaculares vistas que hemos tenido en la bajada y de la intensa y bonita
carrera que hemos disfrutado en la subida.
La entrega de premios,
aunque tarde y un poco desordenada, también fue bastante emotiva ya que estamos empezando a
acostumbrarnos a ver a nuestros amigos y compañeros en el podio. Javi se llevó
la carrera demostrando que este año ha trabajado muy duro y está en un gran
momento convirtiéndose en el referente. ¡Te lo mereces! Enhorabuena de nuevo,
ya te dije que esta también te la llevabas. Susi también consiguió subir al
podio, se hizo con un meritorio tercer puesto haciendo que la presencia
tornavaqueña quedara más que clara en el Guijo y en las carreras por montaña extremeñas.
Por nuestra parte Pedro y Jesús
se hicieron con el primer y segundo puesto de la categoría masculina de
veteranos dejando claro que los de Jerte también queríamos protagonismo, a ello también contribuyó
Ismael con el primer puesto de la categoría Junior haciendo una carrera fuera de
serie y llegando a meta en 15º puesto con tan sólo 3 minutos más que yo. Enhorabuena a ti también porque con el poco tiempo que llevas estás demostrando
una gran progresión.
A mí me tocó la medalla de chocolate (que por otra parte
no está nada mal tampoco pues nunca había estado tan arriba en la clasficación) y nuestro presi tuvo que conformarse con hacer una
buena carrera en un recorrido que no es de su estilo y después de haber estado un par
de semanas sin haber podido entrenar como es debido.
La próxima cita pendiente
con el Circuito Extremeño y con la Copa de Extremadura de Carreras por Montaña
la tendré en Aldeanueva de La Vera con la famosa Pencona que este año dicen que será
más dura (subiremos hasta La Panera antes del descenso). Por mi parte estoy
deseando que llegue el momento de medirme con ella pues es otra prueba que me
gusta y que se adapta bastante bien a mi estilo. Este año me la tomaré con más
calma pues mi cabeza estará ocupada en la cita del siguiente fin de semana
con la X Travesera Integral de los Picos de Europa y mi debut en la larga
distancia en una edición que estará cargadita de nieve hasta los topes. Hasta entonces habrá que conformarse con entrenar. Seguiremos informando.