lunes, 23 de abril de 2012

II Carrera por Montaña Garganta de los Infiernos:


El pasado sábado 21 de Abril de 2012 ha tenido lugar en Jerte (Cáceres) la II Carrera por Montaña "GARGANTA DE LOS INFIERNOS" organizada por el Club Deportivo Jerte (al cual pertenezco).
El día comenzó a las 8 de la mañana. Un desayuno rápido y a preparar las cosas para la carrera. Son muchas las horas, días, meses invertidos en que todo salga perfecto y seguro que algo se nos escapa. Los nervios están a flor de piel.

Entre unos cuantos socios preparamos las bolsas de corredor, los premios y trofeos y los sándwiches para el avituallamiento final. Una comida rápida y sin darnos cuenta ya estamos repartiendo dorsales. El ambiente se empieza a animar, llegan muchos corredores y el nerviosismo se palpa en el ambiente. Falta poco para que comience la prueba, esa prueba por la que tanto hemos luchado. 
Nos vamos para la plaza, llena de gente, muchas fotos, muchos ánimos… más nervios! Es hora de calentar un poco, de calmar el gusanillo bombeando un poco de sangre a las piernas… parece que nunca llega la hora de salir…

Respira hondo. Ya queda poco.Todo el mundo a la salida. Prepara el MP3 con las canciones que, escrupulosamente, has seleccionado la noche anterior para que te acompañen en cada tramo del recorrido. ¿Llegará la batería del GPS?. ¿Qué tal se portarán las piernas en la subida? ¿Salgo fuerte o me guardo fuerzas? Joder que den ya la salida!!

Empieza el baile… Empezamos a correr, al final me dejo llevar por la música y salgo a un ritmo bastante aceptable… escucho los ánimos de la gente a mi paso, de fondo, bajo la música. Ya no hay vuelta atrás. Voy adelantando corredores por las calles de mi pueblo. Vaya, parece que me encuentro bien, incluso no he perdido de vista la cabeza de carrera. Esto no puede durar, el pinchazo está cerca… Llegamos a la explanada del puente. Mucha gente del pueblo animando, corre un poco más, no puedes dejar que te vean flaquear…

Comienza la subida… El sueño empieza a volverse realidad. Aguanto el tipo los primeros metros de subida…Llega el sendero de la fuente de Las Latas. Pie al suelo. El aire no quiere entrar en mis pulmones, las piernas me pesan. Joder qué calor! Luis me pasa dándome un toquecito viendo que ya voy cediendo. Ando un poco, necesito respirar. Venga que el sendero vuelve a inclinarse antes de la pista, tengo que correr… Aguanto el dolor de piernas y subo corriendo hasta la pista a ritmo más bien lento. Llego a la pista y no tengo aire. Necesito andar de nuevo. Qué corte, me pasa hasta el apuntador. Me siento mal. Qué mal llevo la primera media hora siempre!! La pista se vuelve algo más horizontal y vuelvo a correr. Los primeros charcos. Dije que iba a mojarme desde el principio pero veo que la gente pasa por fuera y no se pierde tiempo así que prefiero mantener los pies secos porque mis piernas ya pesan bastante. Cuidado que Dani está echando fotos. Ahora no te pares!!!


Empieza la subida hacia la Fuente de Jarandilla. Pie al suelo de nuevo. El Pérez me alcanza y me anima a seguir. Le dejo pasar delante pero me prometo a mi mismo seguir con él hasta la bajada. Con mucho sufrimiento comienzo a subir a tirones la empinada cuesta. Corro hacia arriba con fuerza y le paso, sabiendo que el motor me pedirá pronto un descanso. ¿Pero qué pasa?!! Estoy empapado en sudor y no me entra aire en los pulmones. ¿Hasta cuándo va a durar esta sensación? Victor y Jesús nos pasan e intento seguirles pero su ritmo, lento y firme, nos va dejando atrás poco a poco.
Llega la trocha que nos sube por el claro del Reboldo hacia el Collado de Las Losas. Ya queda poco de subida. Las piernas no responden. Se forma una hilera de corredores con la que subimos andando hasta hacer cima. Una mirada atrás y parece que da menos vergüenza al ver que todos los de detrás también vienen andando. Llegamos arriba. El primer avituallamiento. También dije que no iba a beber nada hasta Los Pilones pero llevo la boca seca desde la primera subida. Un vaso de bebida isotónica para el sudor y la primera glucosa. Ahora toca estirar las piernas y recuperar los 5 minutos de más que hemos tardado en subir


Empieza la bajada hacia el primer sendero. Mierda, no puede ser. Ahora que empieza la bajada noto un dolor en el costado. ¿Flato? Venga hombre!! Ahora no!! Toca reducir el ritmo. Bajo tranquilo intentando que se pase para recuperar en el sendero. Nada. No se pasa. Me pongo a rueda de un corredor para recorrer el sendero y saltamos los robles que atraviesan el camino. 

Llega la larga y rápida bajada en la que también tenía pensado recuperar tiempo. En el MP3 empieza a sonar Ministry… A ritmo de gritos y guitarras eléctricas intento olvidar el flato. La teoría es que se debería pasar o, si no, debería aguantarlo. Intento pensar en los últimos libros que he leído. Pensar que si gente como Kilian Jornet o Josef Ajram dicen que la mente es más fuerte que el cuerpo y que todo es cuestión de motivarse yo también puedo. Nada que no se pasa el flato… pero con la tontería ya estoy llegando al cruce y veo a mi padre cámara en mano… A acelerar tocan!!

El segundo tramo de bajada parece que lo hago mejor. Me encuentro con Jesús de nuevo, me siento bien, me dejó bastante atrás en la subida. Parece ser que algo he recuperado. Ya se ve el Puente Sacristán. Reduce el ritmo que la subida hasta el desvío de la Garganta Chica se las trae. El de delante se para a andar y me doy un respiro andando detrás de él. Segunda glucosa para el cuerpo y así aprovecho las fuerzas en el sendero hacia Los Pilones. Quiero ir deprisa y es la parte que más me gusta y mejor se me da. Quiero coger a Jesús está justo allí delante. Al final lo alcanzo pero prefiero seguir a su ritmo para guardar fuerzas que aún queda mucho.
Pongo el piloto automático. Empiezo a pensar en todas las tardes que hemos dedicado a organizar esta carrera. En las llamadas de teléfono, en el montón de emails, en el estrés que hemos pasado, los papeleos, los quebraderos de cabeza, en si la gente estará contenta cuando todo esto termine, si nos felicitarán o si nos habremos dejado algo en el tintero… tanto tiempo preparándolo todo y ya no queda nada para que se acabe… Pero no es momento de pensar en esto. Ahora hay que disfrutarlo!

Llegamos a Los Pilones. Bajamos por las escaleras y veo a Tente sacándonos fotos. Llegamos al segundo avituallamiento. Me noto sudado de nuevo y paro a beber tranquilamente otro poco de bebida isotónica. Ando un poco hasta que empieza la bajada. Vamos Jesús que toca correr otro poco! 
La calzada romana siempre impone respeto. En la parte más pronunciada me encuentro con un conocido y charlo un ratillo con él para hacer más amena la subida que hacemos andando. Me felicita por el trabajo que hemos hecho. Me hace sentir bien. Se marcha corriendo y yo termino la subida a ritmo tranquilo. El sendero del mirador me encanta pero, por alguna extraña razón se me da como el culo. Empiezo a recorrerlo despacito pero poco a poco voy subiendo el ritmo. Hoy tengo que hacerlo bien.
Llego a Las Merinas. Esta subida se me suele dar bien. Empiezo a subirla a buen ritmo. Me confío y empiezo a notar las piernas pesadas de nuevo. Me queda una glucosa. Creo que es el momento. Me la tomo y pienso: de aquí hasta el final hay que dar caña.
Voy un poco adelantado con respecto a la música que tenía programada en el MP3. Eso es buena señal. Aún hay música “de disfrute” que tenía pensada para el sendero. Bueno, pues a “disfrutar” de la segunda subida, pienso. De nuevo mi padre cámara en mano. De nuevo a correr para que no me vean flaquear (es curioso, siempre pensé que ver a gente conocida te daba fuerzas para seguir adelante y resulta que corres por temor a que te vean rendirte jejeje). 

Subo el primer repecho corriendo y, de nuevo, pie al suelo. Los chavales que van conmigo me preguntan cuánto falta señalando el GPS. Mierda! La batería no ha aguantado. Tenía que haberlo puesto a cargar. Demasiadas cosas en la cabeza esta última semana. Pues estamos por el km 12 asíque nos quedan otros 4-5 km. Un kilómetro y pico por pista y por un sendero que se vuelve cada vez más repentino. El tercer avituallamiento. Otro trocito de pista y ya todo bajada. 

Llego al tercer avituallamiento muerto. Me duelen las piernas. Los kilómetros van haciendo mella. Otro traguito y a andar unos 25m. Necesito andar un poco. Miro atrás. Vienen más corredores. No quiero perder más puestos. Me pongo a correr. Esta última subida parece interminable pero ya queda poco para bajar. 
Llego a la bajada por las trochas del Reboldo. Siempre me ha encantado esta parte. Una bajada a ritmo moderado sitiéndome en el corazón del bosque jerteño. Veo a Jesús delante. Llevo desde la segunda subida del reboldo haciendo “la cuerda” con él, pasándonos mutuamente a medida que pasan los kilómetros. Por nada del mundo quiero que se me escape. Él es el que tiene que marcarme el ritmo hasta la llegada. Su ritmo es el que yo necesito. Así que le sigo. Llegamos de nuevo a la pista. Le veo esquivar de nuevo el charco. Pues yo creo que ya es hora de mojarse. Tengo que darme un pequeño placer y paso por el medio llenándome de barro. El siguiente también. Qué bien sienta el fresquito en los pies que ya traía ardiendo de la bajada! Pero ahora las zapatillas pesan al estar mojadas y aún queda el último tramo de llano que también se me hace interminable. Me tengo que parar a andar en pleno llano. Qué vergüenza. Miro atrás y veo que, de nuevo, se acercan los corredores que dejé atrás en la bajada. Tienes que seguir corriendo. Ya  no queda nada. Última bajada por sendero. Esta parte hay que hacerla con cuidado que suele resbalar bastante. El suelo está bastante seco así que decido arriesgar y pisar firmemente por el medio. Me encuentro con Dani echando fotos de la bajada. Paso todo lo rápido que puedo para alcanzar a Jesús.


Llegamos al cemento de Los Sotos. Ya se ve el pueblo. Las piernas me pesan. Los pies me arden. La pendiente y las frenadas hacen que las rodillas empiecen a resentirse. Miro el reloj. Pues igual termino en la hora y tres cuartos que tenía pensado hacer. Pero no me siento bien, sé que podía haberlo hecho mucho mejor. Joder esta vez podía haber bajado a la hora treinta y pico… Bueno tampoco es momento de pensar en eso. Llegamos al desvío de La Zalama. Las piernas me duelen demasiado y pienso: O paro ahora o paro en el pueblo. En el pueblo me va a dar demasiado corte. Paro y ando un poco para descargarme de la bajada. Miro atrás de nuevo. Mierda, ya vienen. Vuelvo a correr pensando que hay que darlo todo. Es la carrera de mi pueblo. No quiero quedarme con la sensación de que me he rendido justo al final.
El corredor que venía detrás de mi me adelanta al pasar por la bajada de antes del puente. Decido que mejor le dejo a su ritmo y yo al mío. Ya no queda nada. Aguanta. De repente veo el puente largo. Veo muchísima gente del pueblo animándome. No quiero mirar a los lados. No quiero dejarme llevar por la emoción pero, sin darme cuenta, he pasado al corredor que me había adelantado hace unos segundos. Llega la cuesta de la Calleja de Los Bueyes. Uffff las piernas no dan para esto ya. El chico vuelve a pasarme. Le dejo irse y me dejo llevar por los gritos de la gente. Ya no queda nada. Disfruta. Miro el reloj. Una hora y cuarenta y tres minutos. No está nada mal. Venga disfruta. La meta está ahí al lado. Disfruta. Encaro la calle que da a la plaza. Muchos gritos. Mucha gente. Qué bien me siento!! Muchas gracias!!! Llego a meta. Una hora y 44 minutos. Puesto 83 en la general y 30 en mi categoría. Bien. Aunque con la sensación de que podía haberlo hecho mucho mejor…


No puedo evitar pensar que ahora toca ver los títulos de la película. Todo ha terminado. Me siento como perdido. No sé qué hacer. No tengo hambre. Bebo algo y comento la carrera con el resto de corredores y amigos del club. Todos están contentos. Cada uno ha conseguido superar el reto que se había propuesto. Y todos estábamos satisfechos y felices por el ambiente. Por los ánimos. Por las felicitaciones. 
Reparto de premios y trofeos por parte de la cantera del club a los ganadores. Recogida del tinglado y hasta el año que viene. Me siento bien. Ojala todos los días fueran como este. Hay que empezar a pensar en la edición del año que viene...
  • Web oficial Carrera por Montaña Garganta de los Infiernos: WEB.

No hay comentarios:

Publicar un comentario