El
pasado sábado 21 de Abril de 2012 ha tenido lugar en Jerte (Cáceres) la
II Carrera por Montaña "GARGANTA DE LOS INFIERNOS" organizada por el
Club Deportivo Jerte (al cual pertenezco).
El
día comenzó a las 8 de la mañana. Un desayuno rápido y a preparar las
cosas para la carrera. Son muchas las horas, días, meses invertidos en
que todo salga perfecto y seguro que algo se nos escapa. Los nervios
están a flor de piel.
Entre
unos cuantos socios preparamos las bolsas de corredor, los premios y
trofeos y los sándwiches para el avituallamiento final. Una comida
rápida y sin darnos cuenta ya estamos repartiendo dorsales. El ambiente
se empieza a animar, llegan muchos corredores y el nerviosismo se palpa
en el ambiente. Falta poco para que comience la prueba, esa prueba por
la que tanto hemos luchado.
Nos
vamos para la plaza, llena de gente, muchas fotos, muchos ánimos… más
nervios! Es hora de calentar un poco, de calmar el gusanillo bombeando
un poco de sangre a las piernas… parece que nunca llega la hora de
salir…
Respira
hondo. Ya queda poco.Todo el mundo a la salida. Prepara el MP3 con las
canciones que, escrupulosamente, has seleccionado la noche anterior para
que te acompañen en cada tramo del recorrido. ¿Llegará la batería del
GPS?. ¿Qué tal se portarán las piernas en la subida? ¿Salgo fuerte o me
guardo fuerzas? Joder que den ya la salida!!
Empieza
el baile… Empezamos a correr, al final me dejo llevar por la música y
salgo a un ritmo bastante aceptable… escucho los ánimos de la gente a mi
paso, de fondo, bajo la música. Ya no hay vuelta atrás. Voy adelantando
corredores por las calles de mi pueblo. Vaya, parece que me encuentro
bien, incluso no he perdido de vista la cabeza de carrera. Esto no puede
durar, el pinchazo está cerca… Llegamos a la explanada del puente.
Mucha gente del pueblo animando, corre un poco más, no puedes dejar que
te vean flaquear…
Comienza
la subida… El sueño empieza a volverse realidad. Aguanto el tipo los
primeros metros de subida…Llega el sendero de la fuente de Las Latas.
Pie al suelo. El aire no quiere entrar en mis pulmones, las piernas me
pesan. Joder qué calor! Luis me pasa dándome un toquecito viendo que ya
voy cediendo. Ando un poco, necesito respirar. Venga que el sendero
vuelve a inclinarse antes de la pista, tengo que correr… Aguanto el
dolor de piernas y subo corriendo hasta la pista a ritmo más bien lento.
Llego a la pista y no tengo aire. Necesito andar de nuevo. Qué corte,
me pasa hasta el apuntador. Me siento mal. Qué mal llevo la primera
media hora siempre!! La pista se vuelve algo más horizontal y vuelvo a
correr. Los primeros charcos. Dije que iba a mojarme desde el principio
pero veo que la gente pasa por fuera y no se pierde tiempo así que
prefiero mantener los pies secos porque mis piernas ya pesan bastante.
Cuidado que Dani está echando fotos. Ahora no te pares!!!
Empieza la subida hacia la Fuente de Jarandilla. Pie al suelo de nuevo. El Pérez me alcanza y me anima a seguir. Le dejo pasar delante pero me prometo a mi mismo seguir con él hasta la bajada. Con mucho sufrimiento comienzo a subir a tirones la empinada cuesta. Corro hacia arriba con fuerza y le paso, sabiendo que el motor me pedirá pronto un descanso. ¿Pero qué pasa?!! Estoy empapado en sudor y no me entra aire en los pulmones. ¿Hasta cuándo va a durar esta sensación? Victor y Jesús nos pasan e intento seguirles pero su ritmo, lento y firme, nos va dejando atrás poco a poco.
Llega la trocha que nos sube por el
claro del Reboldo hacia el Collado de Las Losas. Ya queda poco
de subida. Las piernas no responden. Se forma una hilera de corredores con
la que subimos andando hasta hacer cima. Una mirada atrás y parece que
da menos vergüenza al ver que todos los de detrás también vienen
andando. Llegamos arriba. El primer avituallamiento. También dije que
no iba a beber nada hasta Los Pilones pero llevo la boca seca desde la
primera subida. Un vaso de bebida isotónica para el sudor y la primera
glucosa. Ahora toca estirar las piernas y recuperar los 5 minutos de más
que hemos tardado en subir
Empieza
la bajada hacia el primer sendero. Mierda, no puede ser. Ahora que
empieza la bajada noto un dolor en el costado. ¿Flato? Venga hombre!!
Ahora no!! Toca reducir el ritmo. Bajo tranquilo intentando que se pase
para recuperar en el sendero. Nada. No se pasa. Me pongo a rueda de un
corredor para recorrer el sendero y saltamos los robles que atraviesan
el camino.
Llega la larga y rápida bajada en la que también tenía
pensado recuperar tiempo. En el MP3 empieza a sonar Ministry… A ritmo de
gritos y guitarras eléctricas intento olvidar el flato. La teoría es
que se debería pasar o, si no, debería aguantarlo. Intento pensar en los
últimos libros que he leído. Pensar que si gente como Kilian Jornet o
Josef Ajram dicen que la mente es más fuerte que el cuerpo y que todo es
cuestión de motivarse yo también puedo. Nada que no se pasa el flato…
pero con la tontería ya estoy llegando al cruce y veo a mi padre cámara
en mano… A acelerar tocan!!
El
segundo tramo de bajada parece que lo hago mejor. Me encuentro con
Jesús de nuevo, me siento bien, me dejó bastante atrás en la subida.
Parece ser que algo he recuperado. Ya se ve el Puente Sacristán. Reduce
el ritmo que la subida hasta el desvío de la Garganta Chica se las trae.
El de delante se para a andar y me doy un respiro andando detrás de él.
Segunda glucosa para el cuerpo y así aprovecho las fuerzas en el
sendero hacia Los Pilones. Quiero ir deprisa y es la parte que más me
gusta y mejor se me da. Quiero coger a Jesús está justo allí delante. Al
final lo alcanzo pero prefiero seguir a su ritmo para guardar fuerzas
que aún queda mucho.
Pongo
el piloto automático. Empiezo a pensar en todas las tardes que hemos
dedicado a organizar esta carrera. En las llamadas de teléfono, en el
montón de emails, en el estrés que hemos pasado, los papeleos, los
quebraderos de cabeza, en si la gente estará contenta cuando todo esto
termine, si nos felicitarán o si nos habremos dejado algo en el tintero…
tanto tiempo preparándolo todo y ya no queda nada para que se acabe…
Pero no es momento de pensar en esto. Ahora hay que disfrutarlo!
Llegamos
a Los Pilones. Bajamos por las escaleras y veo a Tente sacándonos
fotos. Llegamos al segundo avituallamiento. Me noto sudado de nuevo y
paro a beber tranquilamente otro poco de bebida isotónica. Ando un poco
hasta que empieza la bajada. Vamos Jesús que toca correr otro poco!
La
calzada romana siempre impone respeto. En la parte más pronunciada me
encuentro con un conocido y charlo un ratillo con él para hacer más
amena la subida que hacemos andando. Me felicita por el trabajo que
hemos hecho. Me hace sentir bien. Se marcha corriendo y yo termino la
subida a ritmo tranquilo. El sendero del mirador me encanta pero, por
alguna extraña razón se me da como el culo. Empiezo a recorrerlo
despacito pero poco a poco voy subiendo el ritmo. Hoy tengo que hacerlo
bien.
Llego
a Las Merinas. Esta subida se me suele dar bien. Empiezo a subirla a
buen ritmo. Me confío y empiezo a notar las piernas pesadas de nuevo. Me
queda una glucosa. Creo que es el momento. Me la tomo y pienso: de aquí
hasta el final hay que dar caña.
Voy
un poco adelantado con respecto a la música que tenía programada en el
MP3. Eso es buena señal. Aún hay música “de disfrute” que tenía pensada
para el sendero. Bueno, pues a “disfrutar” de la segunda subida, pienso.
De nuevo mi padre cámara en mano. De nuevo a correr para que no me vean
flaquear (es curioso, siempre pensé que ver a gente conocida te daba
fuerzas para seguir adelante y resulta que corres por temor a que te
vean rendirte jejeje).
Subo
el primer repecho corriendo y, de nuevo, pie al suelo. Los chavales que
van conmigo me preguntan cuánto falta señalando el GPS. Mierda! La
batería no ha aguantado. Tenía que haberlo puesto a cargar. Demasiadas
cosas en la cabeza esta última semana. Pues estamos por el km 12 asíque
nos quedan otros 4-5 km. Un kilómetro y pico por pista y por un sendero
que se vuelve cada vez más repentino. El tercer avituallamiento. Otro
trocito de pista y ya todo bajada.
Llego
al tercer avituallamiento muerto. Me duelen las piernas. Los kilómetros
van haciendo mella. Otro traguito y a andar unos 25m. Necesito andar un
poco. Miro atrás. Vienen más corredores. No quiero perder más puestos.
Me pongo a correr. Esta última subida parece interminable pero ya queda
poco para bajar.
Llego
a la bajada por las trochas del Reboldo. Siempre me ha encantado esta
parte. Una bajada a ritmo moderado sitiéndome en el corazón del bosque
jerteño. Veo a Jesús delante. Llevo desde la segunda subida del reboldo
haciendo “la cuerda” con él, pasándonos mutuamente a medida que pasan
los kilómetros. Por nada del mundo quiero que se me escape. Él es el que
tiene que marcarme el ritmo hasta la llegada. Su ritmo es el que yo
necesito. Así que le sigo. Llegamos de nuevo a la pista. Le veo esquivar
de nuevo el charco. Pues yo creo que ya es hora de mojarse. Tengo que
darme un pequeño placer y paso por el medio llenándome de barro. El
siguiente también. Qué bien sienta el fresquito en los pies que ya traía
ardiendo de la bajada! Pero ahora las zapatillas pesan al estar mojadas
y aún queda el último tramo de llano que también se me hace
interminable. Me tengo que parar a andar en pleno llano. Qué vergüenza.
Miro atrás y veo que, de nuevo, se acercan los corredores que dejé atrás
en la bajada. Tienes que seguir corriendo. Ya no
queda nada. Última bajada por sendero. Esta parte hay que hacerla con
cuidado que suele resbalar bastante. El suelo está bastante seco así que
decido arriesgar y pisar firmemente por el medio. Me encuentro con Dani
echando fotos de la bajada. Paso todo lo rápido que puedo para alcanzar
a Jesús.
Llegamos
al cemento de Los Sotos. Ya se ve el pueblo. Las piernas me pesan. Los
pies me arden. La pendiente y las frenadas hacen que las rodillas
empiecen a resentirse. Miro el reloj. Pues igual termino en la hora y
tres cuartos que tenía pensado hacer. Pero no me siento bien, sé que
podía haberlo hecho mucho mejor. Joder esta vez podía haber bajado a la
hora treinta y pico… Bueno tampoco es momento de pensar en eso. Llegamos
al desvío de La Zalama. Las piernas me duelen demasiado y pienso: O
paro ahora o paro en el pueblo. En el pueblo me va a dar demasiado
corte. Paro y ando un poco para descargarme de la bajada. Miro atrás de
nuevo. Mierda, ya vienen. Vuelvo a correr pensando que hay que darlo
todo. Es la carrera de mi pueblo. No quiero quedarme con la sensación de
que me he rendido justo al final.
El
corredor que venía detrás de mi me adelanta al pasar por la bajada de
antes del puente. Decido que mejor le dejo a su ritmo y yo al mío. Ya no
queda nada. Aguanta. De repente veo el puente largo. Veo muchísima
gente del pueblo animándome. No quiero mirar a los lados. No quiero
dejarme llevar por la emoción pero, sin darme cuenta, he pasado al
corredor que me había adelantado hace unos segundos. Llega la cuesta de
la Calleja de Los Bueyes. Uffff las piernas no dan para esto ya. El
chico vuelve a pasarme. Le dejo irse y me dejo llevar por los gritos de
la gente. Ya no queda nada. Disfruta. Miro el reloj. Una hora y cuarenta
y tres minutos. No está nada mal. Venga disfruta. La meta está ahí al
lado. Disfruta. Encaro la calle que da a la plaza. Muchos gritos. Mucha
gente. Qué bien me siento!! Muchas gracias!!! Llego a meta. Una hora y
44 minutos. Puesto 83 en la general y 30 en mi categoría. Bien. Aunque
con la sensación de que podía haberlo hecho mucho mejor…
No
puedo evitar pensar que ahora toca ver los títulos de la película. Todo
ha terminado. Me siento como perdido. No sé qué hacer. No tengo hambre.
Bebo algo y comento la carrera con el resto de corredores y amigos del
club. Todos están contentos. Cada uno ha conseguido superar el reto que
se había propuesto. Y todos estábamos satisfechos y felices por el
ambiente. Por los ánimos. Por las felicitaciones.
Reparto
de premios y trofeos por parte de la cantera del club a los ganadores.
Recogida del tinglado y hasta el año que viene. Me siento bien. Ojala
todos los días fueran como este. Hay que empezar a pensar en la edición
del año que viene...
- Web oficial Carrera por Montaña Garganta de los Infiernos: WEB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario